Parece ser que mi capítulo con la epiglotitis aguda y la traqueotomía se puede cerrar.
Ayer tuve mi primera revisión en otorrinolaringología desde que me dieran el alta médica. Yo iba convencido de que todo estaba bien, porque dentro de mi cuello, quitando la cicatriz que sigue pegada a la traquea, no sentía que nada pudiera estar mal, pero faltaba la confirmación que sí, me dieron.
Mi epiglotis está perfecta y me han confirmado que no tengo probabilidades de volver a padecer la epiglotitis aguda que me llevó al borde de la muerte, cosa que evitaron a tiempo con una traqueotomía.
Esta historia ya forma parte de mi vida para siempre. Puedo decir que he sobrevivido a una epiglotitis aguda, una enfermedad muy rara que me tocó, me llegó y me cambió para siempre. Lo he superado, estoy aquí y pienso aprovechar esta segunda oportunidad que me ha dado la vida.
Aún me tengo que recuperar. Me han confirmado que tardaré aún unos meses en estar al cien por cien, con mis mareos, mi agotamiento extremo, dificultades temporales de movimiento a causa de tener la musculatura afectada… Todo en gran parte por la cantidad de medicación que me tuvieron que dar, que fue mucha y muy fuerte. Ya estoy acostumbrado a vivir con esta peculiaridad, a no forzarme y tener paciencia cuando casi ni me puedo levantar, pero sigo animado. Es temporal y me espera por delante un montón de cosas buenas, buenísimas. Vendrán más novelas, estoy grabando un disco maravilloso y el libro sobre mi experiencia con esta enfermedad está a punto de tener su punto y final para que, espero, todo el mundo pueda leer por lo que he pasado y lo que ha significado todo esto para mí.
Estoy tranquilo. Estoy contento. Estoy ilusionado. Sigo aquí.