Hoy se entiende que tenía que haber ido al estudio de grabación para re grabar la última canción con otro tono, pero eso no ha sucedido, porque el productor lo ha cancelado al encontrarse mal. La verdad es que hoy no era el día para cancelar. Para mí ir a grabar y hacer música es como una válvula de escape, una especie de terapia. Últimamente ando con estrés por el cambio de puesto y esto me ayuda a respirar.
Ayer también recibí otro rechazo editorial y, bueno, que estoy un poco bajo de ánimos. Es como si sintiera que no voy a ninguna parte, no sé si me explico.
Mañana empieza mayo y solo tenemos terminadas dos canciones del próximo álbum, cuando yo quería tenerlo listo para septiembre más o menos. A este paso va a tardar dos años. Entre las canciones acabadas y las que se están preparando en el estudio con su producción, tengo nueve compuestas y las nueve me gustan bastante. Creo que va a salir mi mejor álbum, pero necesito que la cosa fluya más rápido, porque ahora mismo lo veo todo eterno. Como he dicho, como si no fuera a ninguna parte.