Se acabó la Feria del Libro de Madrid, estuve por fin y mi segunda cita fue en su clausura, ayer por la tarde de seis a ocho. Como había pasado otras veces, y como me han dicho, la tarde de despedida de la Feria no es muy fuerte. Hay gente, pero paseando. A pesar de que este año las lluvias han fastidiado casi toda la feria y que ha sido el único fin de semana que no ha llovido, por lo que la gente podía aprovechar para ir a comprar antes de que acabara, el viernes fue mejor día. Aun así no me voy a quejar, porque todas las firmas son una buena experiencia para mí y esta no iba a ser diferente, con visita sorpresa de la última escritora de Harlequin en eLit LGBTI, donde me publicaron la fallida “La distracción perfecta”, llamada Martina Díaz, que no conocía, ni sabía que me seguía y que fue allí solo a verme, regalarme una pulsera del orgullo y un marcapáginas de su obra personalizado y de regalo con su novela para descargar. Me hizo muchísima ilusión.
También fue a verme NaT y Juanjo, modelo de la cubierta de “Todo lo que quise decirte y no pude”, con quien hicimos unas fotos con su libro, que claro está, allí andaba, al ser de la misma editorial que “Mario solo quería volar”.
Pude aprovechar para hablar con gente nueva, explicarles de qué va Mario, darles mi flyer para que me buscaran después… Hubo mucha gente interesada y sé que esta novela me va a traer muchas alegrías. En realidad ya me las está dando. Solo ha estado a la venta un fin de semana y me ha dicho Rubén que se han vendido unos cuántos ejemplares.
Ahora a esperar a que la distribuidora la vaya sirviendo a librerías, hacer promoción y ver qué cosas me va a preparar Nou Editorial, que tiene planes con el bullying y para hacer llegar Mario a estudiantes e institutos.
La nueva era comienza.