Con todo esto de la salida del nuevo single y la ilusión musical, me he dado cuenta de que había dejado aparcada por completo la que se supone que es mi otra gran pasión: la escritura.
Llevaba casi quince días sin escribir nada de la novela y, pensando en ello, vi que no lo echaba de menos, que en realidad no me apetecía. He estado toda la semana sin estar pendiente del mail por si alguna editorial contestaba, cosa que tampoco ha ocurrido, y no me ha importado, no he tenido esa sensación de estar esperando respuestas que nunca llegan.
Será que estoy viviendo otra etapa de desilusión con la literatura. En el último año he trabajado más que nunca y cada vez recibo menos resultados. Hay una vocecita en mi interior que me dice que deje de intentarlo, que debería haber visto, a estas alturas, que no merece la pena, que ese sueño es para los demás, esos que son cogidos por las grandes editoriales y están en la mesa de novedades llegando al público, cosa que no te va a ocurrir a ti, por mucho que lo intentes. Sobre todo, lo más frustrante es saber que no te cogen porque seas peor que ellos, sino porque simplemente no te abren una puerta para darte la oportunidad.
Quiero recobrar la ilusión, pero estos días no echo nada de menos la literatura. En circunstancias normales estaría enfadado y no pararía de escribir a la editorial a causa del retraso que está teniendo “Me llamo Anabel”, que a estas alturas del mes de octubre, mínimo tendría que estar casi lista para entrar en imprenta y ni siquiera me han enviado las correcciones, por lo que va a ser muy difícil que entre en la campaña navideña y también que se publique este año. Otra decepción que, gracias a la música, soy sincero, me da igual. Estoy cansado de preocuparme por las cosas que no puedo controlar y, sobre todo, cosas que no son tan importantes. Ya saldrá la novela. Total, acabará en el olvido sin que nadie la vea en ninguna librería, como ha ocurrido con mis últimos trabajos publicados.
¿Debería seguir esforzándome? ¿Serviría de algo? Quién sabe… De momento voy a seguir cantando…
