Después de que en lo que llevamos de año haya escrito nada menos que tres libros (dos novelas y un ensayo), convirtiendo el dos mil veintidós en mi año más prolífico, me viene un dilema… ¿Qué escribo ahora? No es que esté sin ideas, sino que no encuentro la que me haga decir: “¡Esta!”.
No sé qué hacer ni por qué género ir. Este año me han publicado una novela romántica, “La distracción perfecta” y, si todo va sobre lo previsto, la siguiente va a ser “Me llamo Anabel”, una historia realista ambientada en los años cincuenta. Después vendrá (esperemos, porque esto es una leyenda urbana) la novela de terror gótico “Torrenegra”. Tres historias muy diferentes. Los dos manuscritos que tengo terminados también son de géneros distintos a estas tres, uno de contemporánea realista y el otro young adult. ¿Qué hago ahora? La eterna pregunta… Puede que elija un estilo que no tenga nada que ver con estas cinco historias…