De no haber ido al estudio de grabación en más de un mes, a ir dos veces en dos semanas. Hoy he vuelto y ha sido una mañana muy productiva.
Hemos grabado esa canción que la semana pasada ya tenía su producción hecha, un tema que habla sobre no dejar de soñar y con la que el productor ha opinado que mi voz está mejor que nunca y que nunca lo había hecho tan bien. En este nuevo álbum va a haber un salto de nivel tanto en composiciones, producciones, como en voz. Estamos investigando registros nuevos, menos agudos y ahora mi voz sale más redonda que nunca, pero sin forzar nada. Han sido años trabajando muy duro para sacar esta voz que yo sabía que tenía, pero que no sabía cómo hacerla brillar, cómo hacer que sonara. Ahora sale sola y suena mejor que nunca. Ahora siento que puedo cantar de verdad y que puedo arriesgar mucho más con las canciones y las composiciones.
Esta es la tercera canción que grabamos y he llevado dos composiciones nuevas de las que hemos grabado la prueba para hacer la producción. Una es un tema lento (en el que hablo de cómo la tristeza me ha acompañado toda la vida) y otra algo más alegre (en la que hablo de cuando dejé mi Logroño natal, cogí todas mis cosas y me vine a Madrid). Las canciones de este nuevo álbum son más autobiográficas que nunca y tengo la sensación de que va a quedar muy, muy bien. De momento las dos únicas personas que han escuchado la que es la única canción terminada (las otras dos están a falta de mezclar y las otras dos están en paños menores aún) opinan que es lo mejor que he hecho nunca y que tengo que ir por ahí. Algo querrá decir.
Seguiré trabajando y, como siempre, esforzándome. El álbum ya va tomando forma.