Ya he puesto mi punto y final a mi nueva novela, la historia sobre el bullying LGTB en los institutos que, aunque no es para nada autobiográfica, sí que he basado en mis propias experiencias. Creo que esta novela puede ayudar a mucha gente a sentirse identificada y a otros a tomar conciencia de lo importante que es tratar bien a los demás y que lo que a veces parece broma, puede hacer mucho daño, con consecuencias y trastornos que a una persona pueden durarle toda la vida.
Escribir esta novela ha sido muy importante para mí. Desde la pandemia, que empecé a escribir más que nunca, a cada historia que desarrollo, aprendo más que nunca como escritor y disfruto más. Pronto llegará “Me llamo Anabel”, novela que trata el machismo. Hacer este tipo de denuncia social escribiendo historias es un tipo de lucha y así es como lucho yo, con la palabra.
Estoy entusiasmado con las cosas que estoy creando últimamente y no hago más que desear que todo salga a la luz y la gente pueda verlo, escucharlo o leerlo… ¿Lo siguiente? Ya me queda muy poco para acabar de revisar el borrador de mi historia con la traqueotomía y la epiglotitis aguda.
