Los libros llegaron a tiempo y por la tarde tuve mi firma en la Feria del Libro de Madrid, en la caseta ciento setenta y nueve de Nowevolution Editorial. En el último fin de semana, casi de forma apresurada, pero ocurrió.
Eran algo más de las seis cuando me estaba dando una vuelta por la feria yo solo. El wiccano tenía que trabajar y NaT llegaría más tarde. Parecía que iba a ser una tarde sin grandes sorpresas, puede que algo solitaria, pero estaba de estreno. “Mario solo quería volar” ya era una realidad y, mientras se estrenaba en la caseta de la editorial antes de que llegara a librerías (justo ayer mismo salió de imprenta y ya se empieza a ver en webs como Amazon y Goodreads), por la mañana y antes de que llegara yo a firmar, ya se habían vendido varios ejemplares.
Después de dos semanas sin parar de llover, hacía bastante calor y parecía que iba a ser el primer día sin nada de lluvia, como si todo hubiera estado preparado.
Mi firma empezaba a las siete y cuarto, pero a las siete pasaba por delante de la caseta y vi que no había nadie firmando, así que entré y pude conocer a mi obra. Me gustó mucho cómo había quedado, porque además le habían dado un acabado en mate, que para mí es lo mejor para los libros. Rubén, el editor, me dijo que estaba pensando en empezar a sacar ciertos libros así y me pareció genial, porque en mi opinión quedan mejor.
A los pocos minutos de empezar ya había firmado un par de libros y parecía que la cosa se iba a animar, pero de repente empezó a dejar de pasar gente. Rubén me explicó que los viernes solían ser así, que aunque empezara el fin de semana, no era un día de mucho movimiento ni ventas, lo que me hizo pensar que iba a ser un desastre de firma, comparable con aquellas primeras con Odisea (qué tiempos aquellos).
De repente me llevé la primera sorpresa. Mientras hablaba con una posible lectora, apareció el wiccano que, dejándome con la boca abierta, me dijo que había salido del trabajo para poder estar allí conmigo. Me hizo tanta ilusión, que casi se me saltaron las lágrimas, aunque creo que no se me notó. Para mí la tarde ya era perfecta.
Como si de un talismán se hubiera tratado, empecé a firmar “Marios” con la normalidad de otras firmas. El wiccano se fue a dar una vuelta y llegó NaT, que se fue a buscarlo para estar con él. La siguiente sorpresa vino de parte de mis tíos Henar y Carlos, que yo pensaba que estaban fuera de Madrid. A mi tía no la veía desde antes de ponerme enfermo y a mi tío la última vez que lo vi fue estando en el hospital, así que fue un buen reencuentro. Como ellos ahora van y vienen mucho a una segunda vivienda fuera de Madrid, nos vemos menos que antes.
Y siguiendo con las vivitas, después llegó Fran, mi modelo de portada, con su madre Ana. Se le veía tan ilusionado… Hacer este tipo de cosas también me gustan porque, a parte de ayudarme ellos a ser mis personajes en la cubierta de las novelas, yo los ayudo a sentirse especiales, a romper un poco la timidez y a que vean que han hecho algo. Mientras hablábamos cogía un ejemplar de “Mario” y casi lo abrazaba. Esas cosas son de verdad muy bonitas.
Ahora que lo pienso, las cuatro novelas que me han sacado Nowevolution tienen fotos en sus cubiertas hechas por mí. Cada una de ellas han marcado una época de mi vida y estoy muy, muy orgulloso de todas.
Fue una buena tarde. Mañana domingo iré otra vez. Va a ser el último día de la feria y puede ser o muy bueno, o regular. Yo creo que, después de tanta lluvia, un fin de semana con sol va a ayudar mucho, aunque esta vez no creo que tenga demasiadas visitas de conocidos, sino que será una firma de descubrir nuevos lectores, cosa que me encanta, porque los conocidos te van a leer de todas formas, pero en las firmas aprovechas para atraer a gente nueva, y eso es algo muy importante.
Salí de la firma con la sensación y el placer de saber que Mario, por fin, después de tanta incertidumbre, existía. Ahora también a esperar que vaya llegando a las librerías, que la gente conozca esta historia que, aunque no es autobiográfica, sí que está basada en mi propia experiencia en el instituto con el acoso LGTB. Es por eso que para mí este trabajo es más especial que muchos otros, a la altura de “Piensa en mañana”, y el camino por el que me gustaría ir de aquí en adelante.
Tengo otra novela inédita que escribí justo antes de “Mario solo quería volar”, la que está inspirada en la serie Pose y la fiesta En Plan Travesti, y también tengo esa otra historia que estoy redescubriendo ahora y que llevo escrita más de la mitad. Esperemos que no tarden mucho en ver la luz.