Ayer fue otro día de rodaje. Volvimos a las cuatro torres por dos cosas:
La primera repetir un par de tomas del videoclip que hicimos el pasado sábado porque habían salido un poco regular. Al cambiar a otra pared igual que la primera, de mármol negro, pero dispuesta en la dirección correcta para que la luz sea uniforme (con el sol a la espalda cuando la pared sea pequeña y así que la luz pase por arriba y los lados y así refleje como si fueran unos focos suaves y no haga sombras en la cara). El resultado fue espectacular. Incluso quedó mejor que las tomas buenas que hicimos el sábado. Va a quedar un buen trabajo, estoy seguro.
La segunda es otro videoclip con una idea muy sencilla, la que se me ocurrió el sábado subido a esa especie de miradores, que en realidad no sirven para nada, y que están repetidos a lo largo de la parte frontal de los cuatro rascacielos. Me quité la camiseta de rayas negras y transparentes y me puse una camiseta de rejilla con capucha que tenía pensado usar, pero no quedaba muy bien con los pantalones que llevaba, así que me puse mi plan B, que era una camisa de rosas bordadas y fondo transparente que resultó muchísima mejor opción (me había comprado varias cosas para estrenar para los videoclips) y que me quedaba muy bien metida dentro del pantalón.
Me subí a ese mirador con el wiccano desde abajo con la cámara tomando imágenes en las que solo se me viera con la fachada de cristal del edificio de detrás y, con el sol haciendo claroscuros en mi cara, hicimos las tomas. Lo bueno es que quedaron geniales. Lo malo es que casi me tuesto al sol, yo que odio con todas mis fuerzas el sol. Menos mal que siempre llevo crema solar en buenas cantidades, pero pasé un calor que pensaba que me cocería en cualquier momento. Es muy, muy probable que de estas tomas salga la portada del nuevo álbum, del que ya tengo un título, que no va a ser el de una de las canciones. Este videoclip será para la canción más pop del álbum y la más comercial de todas.
Después nos compramos algo para comer y nos sentamos frente al aparthotel donde vivimos dos años y allí, como el sábado, recordamos viejos tiempos antes de dar un paseo por la Castellana y coger en Nuevos Ministerios un metro que nos llevó a Príncipe Pío para ver en el cine Bitelchús Bitelchús. Teníamos muchas ganas de verla y la verdad es que no decepcionó nada.
Solo de este día tengo más de cuatrocientas fotos, a parte del video. Ahí hay que sumar las del sábado y las que hicimos rodando el otro videoclip en julio (que supongo que saldrá como cuarto o quinto single del álbum). A eso también hay que añadir que mañana vamos a volver a rodar otro videoclip. Voy a tener material de sobra para meses. Va a ser mi álbum con mayor número de looks y fotos para la promoción.
A ver si todo va bien y mañana podemos hacer los dos videoclips que me faltan y así acabarlo todo. Uno de ellos en realidad es algo que debería ser una toma para la canción de mi Vampy.
También va a ser mucho material con lo que trabajar en la postproducción, que es siempre la parte que menos me gusta.
Hoy un día tranquilo dentro de estas vacaciones, muy casero, en el que me han confirmado que empezaré otro proceso dental que va a durar un año y que no va a ser nada cómodo para mí. A veces pienso que me he pasado media vida atado a un dentista, desde que a los once empecé un proceso de varias ortodoncias que duró siete años. Ya me han dicho que esto puede ser una consecuencia de aquello. Algo que no te cuentan cuando te hacen una ortodoncia. Bueno, a mí me hicieron unas seis.
Mejor pensaré en otra cosa.