Ayer acabé de escribir el primer borrador de lo que va a ser mi nueva novela. Tenía pensado terminar antes, pero la campaña navideña ha sido demasiado agotadora y, a medida que iba terminando, se me ocurrían más cosas y la alargaba. De momento han quedado noventa y dos mil palabras, que está muy, pero que muy bien, pero debería alargarse, porque en las correcciones quiero desarrollar algunos aspectos que pueden haberse quedado cortos, así que acabará sobre las cien mil.
Hacía tiempo que quería escribir una novela así, haciendo homenaje a la mítica fiesta En Plan Travesti, que viví de cerqua y ya he escrito muchas veces que me marcó para siempre. La serie Pose me ha animado a terminar escribiendo esta historia, ambientada den dos mil cinco en un Madrid, para mí, muy diferente al de ahora, más auténtico.
Estoy deseando ponerle el punto y final y ver qué puede pasar con esta novela, aunque visto el panorama literario, sé que voy a tener que armarme de paciencia, como siempre.
Este pasado domingo volví a coger la cámara de fotos. Reconozco que en los últimos tres o cuatro años la he cogido muy poco, menos de lo que me gustaría, y me apetecía hacer algo. Las cosas también han cambiado mucho para mí con la fotografía, por varios motivos. Entre ellos, que ahora la música ocupa una gran parte de mi tiempo. Otro de los motivos es que toda esa movida que teníamos hace cinco o diez años ha desaparecido por completo. Ya lo he hablado en alguna ocasión con Susana Guerrero, de las pocas personas que siguen ahí. Todo se ha dispersado y ese ambiente, en el que estaba Utratumba, ha desaparecido, más aún después de la pandemia. Ya no hay las ocasiones que tenía antes de hacer fotografía y, aunque en su día decidí dejar de hacer cosas por compromiso, sino solo las que me apeteciera a mí, cansado de la poca autenticidad de muchas personas que reclamaban salir en Ultratumba, ahora ya no hay esa movida que teníamos en la que si no conocías a uno, alguien conocía a alguien para hacer unas fotos. Con decir que para la nueva novela que me tiene que publicar Nowevolution esta primavera llevo meses buscando una modelo para la portada, y no la he encontrado aún… Una pena porque, cada vez que cojo la cámara, me entran ganas de hacer más fotos.
En esta ocasión ha sido una sesión que lleva retrasándose desde finales del año pasado, y es que movilizar a más de veinte chicas no es fácil. Susana Guerrero hace un tiempo que organiza un calendario solidario con las alumnas de su escuela de burlesque y en esta ocasión me lo pidió a mí.
Después de barajar varias fechas e incluso programar dos diferentes para hacerlas por partes, una el domingo nueve de enero y la segunda este último, dieciséis, al final decidió hacerlo todo este último domingo. La temática era los ochenta y, por grupos, hicimos las fotos por el barrio de Malasaña, en la zona de la plaza del dos de mayo.
Yo no conocía a ninguna de las chicas y reconozco que iba un poco expectante a ver qué pasaba. Me llevé una grata sorpresa con la actitud y el compromiso de todas. Algo enriquecedor fue que son mujeres muy diferentes entre ellas, de edades diferentes, de personalidades diferentes, pero que todas juntas hacen algo grande y, sobre todo, que todas trabajaron con ilusión y me parecieron verdaderas estrellas.
Pasamos una mañana muy divertida y productiva, pese al frío. Susana es una gran organizadora y todo salió a la perfección. Trabajamos, disfrutamos, nos reímos y saqué más de quinientas fotos… Vamos, en mi estilo.
Estos días tengo entretenimiento con la edición de las fotos, que saldrán por partes, cada mes la foto correspondiente, y la corrección del nuevo manuscrito. Además, hubo mucho vídeo este domingo y ya tengo una idea para usar esas imágenes.