Reseña de Merrik

Estos días han marcado un regreso literario para mí, pero no por la escritura (que sigo sin parar escribiendo la nueva novela), sino por la lectura. Para mí Anne Rice es una escritora imprescindible en mi vida. Sus crónicas vampíricas marcaron mi forma de ver la literatura y ella es una de las culpables de que quisiera ponerme a escribir y creara esa primera novela de vampiros que con los años se convirtió en mis dos novelas “Matar a un vampiro” y “La venganza del vampiro”. Empecé a leer sus crónicas y caí fascinado, sobre todo con el segundo volumen, “Lestat el vampiro”. A continuación, “La reina de los condenados”, me dejó un poco frío, porque en mi opinión la primera parte del libro se hace muy pesada. Después “El ladrón de cuerpos” me fascinó y otra vez la decepción con “Memnoch el diablo”, aburrida hasta dormirse, lo que me hizo pensar que, con el paso del tiempo, Anne Rice estaba centrándose más en temas teológicos que en los vampiros en sí. Sus primeros libros eran frescos, ágiles, fascinantes, pero iba perdiendo esa chispa. Con Vittorio y Pandora lo arregló en parte y la historia de Armand me fascinó.

De ahí había que dar el paso a Merrick, donde se juntaban dos sagas: la de vampiros y la de las brujas de Mayfar, que ya contaba con tres volúmenes, el primero de más de mil páginas. Me puse con las brujas, pero pasaron los años y no cogí Merrick… hasta ahora.

Estaba entusiasmado con volver a adentrarme en las crónicas vampíricas, que tantas alegrías me dieron en su día, aunque con recelo, porque una parte de mí me decía que no me emocionara, porque ya sabía cómo había ido cambiando la forma de escribir de Anne Rice a partir de los noventa.

El resultado ha sido una decepción absoluta. Una vez más, en vez de avanzar con la historia de Lestat, Louis, Armand y demás, vuelve a echar la vista atrás para contarnos la vida de otro personaje nuevo, en este caso Merrick, que ni siquiera es vampira, con lo que la novela, para mí, deja de ser de vampiros, ya que se centra en ella, aunque salga Louis y David. El tema ya cansa y, además, la forma de escribir y las vueltas que da y lo pesada que es, hace que cueste mucho leer y que tenga la sensación de que, si quitas la paja, sobre medio libro. Yo estoy aburrido de que, en vez de avanzar, vuelva para atrás. Además, por lo que he visto, en los siguientes libros ocurre lo mismo, con lo que me va a costar mucho coger “Sangre y oro”. Es una lástima, porque Anne Rice era una de mis escritoras preferidas, cuyas novelas “Entrevista con el vampiro” y “Lestat el vampiro” son verdaderas obras de arte.

Fue pasando el tiempo y empezó a estar más interesada en la teología que en los vampiros. Creo que eso estropeó en gran parte las historias, a las que siempre les sobran páginas.

Yo lo que quiero saber es cómo continúan las historias de los vampiros, no volver atrás con personajes que no me van a aportar demasiado, o sí, pero no su pasado. Parece ser que, después de los tres siguientes, “Sangre y oro”, “El santuario” y “Cántico de sangre”, vuelve a sus raíces con “El príncipe Lestat” (que fue cuando volvió a la novela de vampiros, después jurar que no lo haría y estar años escribiendo historias de alto contenido cristiano, lo que refuerza mi teoría de que a ella hacía años que solo le interesaba la teología), pero antes tendría que pasar esos tres libros, que van a ser tres tragos, lo sé. Es posible que me los salte y vaya directamente a “El príncipe Lestat”, que parece ser que continúa donde lo dejó en su día “El vampiro Lestat”, cosa que me da esperanzas.

Anne, ¿por qué me haces esto?

Author: Javier Herce