Hoy acaba la Feria del Libro de Madrid y he cumplido con mi propósito de no ir ni como espectador, cliente, ni nada parecido (después de que no contaran conmigo para firmar, y no digo esto como venganza, al contrario). Necesito guardar mi salud mental y ya me he comido mucho la cabeza por todos los temas literarios, por ir o no ir a la Feria (desde dos mil ocho solo he faltado firmando dos veces y una de ellas ha sido este año), de ir atropelladamente preparándolo todo a última hora por mala organización… Muchas cosas que al final te hacen ver que no es tan importante y que tú eres lo primero, porque se cargan tu ilusión y, cuando estás allí, ves que solo eres un grano de arena en el desierto y que muchas veces tanto esfuerzo sirve solo para tener una foto en las redes, hay que ser realistas. Ojo, que la Feria de todo esto no tiene la culpa.
Sé que si hubiera ido a dar una vuelta y ver aquello me habría desmoralizado y creo que no me lo merezco. Uno tiene que tener la suficiente madurez y ser capaz de ver las cosas con la suficiente distancia como para valorarlo todo en su justa medida y saber lo que es culpa tuya y lo que no. Yo lo que tengo claro es que me he dejado la piel escribiendo, aprendiendo y ofreciendo lo mejor de mí en cada momento, que no he hecho más que trabajar y que si eso no se ha visto o no se ha querido ver, simplemente no es culpa mía.
Estoy en un punto de mi vida, sobre todo después de haber estado a punto de morir, en el que me tengo que tomar las cosas de otra forma y pensar de una vez en intentar ser feliz y hacer las cosas que me hacen sentir bien.
Ahora mismo la música es mi vida (lo ha sido siempre) y todo gira en torno a ella. La literatura ha pasado a un segundo plano. No digo que esté retirado como escritor, porque sigo escribiendo, pero viendo el panorama y la falta de proyectos sobre la mesa para publicar nada, sí que se puede decir que ahora mismo estoy semi retirado. Si en algún momento consigo que vuelva a haber un contrato de edición, volveré a la palestra, pero de momento no lo hay y lleva sin haberlo más de un año, por lo que una vez más tengo que ser realista y aceptar que ahora mismo mi carrera está en un punto muerto a la espera de que reviva, cosa que no creo que ocurra en un espacio corto de tiempo.
Ya he escrito varias veces que llevo un año moviendo hasta cinco manuscritos (el último lo acabé de escribir en enero de este año) sin ninguna noticia y que ahora mismo estoy escribiendo la mejor historia de toda mi carrera (un drama ambientado en la posguerra). Yo no he dejado de escribir, aunque no se vea en las librerías. De verdad que espero que algún día la situación cambie y que me ofrezcan una oportunidad, pero esta es la realidad y, después de tantos años publicando y llevándome portazos en la cara (yo creo que más que alegrías), ya no me puedo permitir que esto pueda conmigo. Disfruto escribiendo y ese es mi plan ahora mismo. Lo demás, como siempre digo, no está en mi mano. A estas alturas del año, y sin ofertas sobre la mesa, es casi imposible que haya ninguna publicación. Ya veremos a ver para el año que viene. Mucho tienen que cambiar las cosas para que esto no sea así.
Ya lo he dicho varias veces. No sé si esto es el principio del fin de algo que ni siquiera llegó a despegar y se quedó en un escritor prometedor, pero sí que es el momento de que mi vida deje de girar en torno a la literatura como ha hecho durante veinte años. Paz mental, salud mental. Es lo que necesito y llevaba años sin ninguna de esas cosas debido a este tema.
La pena es que mis mejores trabajos, los últimos que he escrito y la consecuencia de años de preparación, están inéditos, pero como he dicho, no está en mi mano y ahora mismo la autopiblicación me da una pereza horrible. Es probable que lo haga con el relanzamiento del vampiro, pero todo está en el aire. Todas las posibilidades están en el aire.
Ahora mismo todo gira entorno a la música y eso es lo que me hace feliz. Después de cuatro álbumes que han sido cuatro escuelas y de los que he ido aprendiendo y mejorando, estamos grabando las mejores canciones que he hecho nunca. El primer single del próximo álbum saldrá la semana que viene y se titula The Perfect Boy. Es la primera canción que hemos grabado de este nuevo trabajo y es un nuevo registro, un nuevo estilo y una nueva voz. No sé qué ha pasado en mí, pero mi voz ahora suena diferente (puede que estar por fin recuperado de mí enfermedad haya ayudado mucho), como siempre tuvo que sonar, y está preparada para asumir el reto de cantar estas canciones, que son las mejores composiciones que he hecho nunca. Cada canción del nuevo álbum es un diez y no habrá ninguna de relleno.
Esta semana hemos grabado una nueva, la número seis, y es mi incursión en la música negra. Un tema R&B con toques de jazz ligero que va a quedar realmente bien. Mientras la grabábamos, el productor no hacía más que decir: “Aquí tenemos un single”.
También le enseñé al productor una canción nueva, una balada típica de los noventa y que puede ser lo mejorcito del álbum. A él le encantó. Estoy muy contento con estas nuevas canciones, porque todas me representan y van a marcar un antes y un después, estoy seguro. En estas canciones hablo de seguir soñando, de mi eterno problema con la tristeza y del dolor interior. Es una autobiografía hecha música.
Esta vez ya me siento preparado para asumir el reto de la música con canciones redondas y un álbum que saldrá pronto y que va a ofrecer lo mejor de mí.
Ya lo estoy deseando.