Un día completo

Ayer fue un día completo, completo.

Empezó estando a las diez de la mañana en el estudio de grabación. Por la noche casi no había dormido (yo y mis trastornos del sueño), pero como solo íbamos a grabar una demo (en vez de tres, como tenía planeado, pero es que no había preparado aún las letras y prefería no correr), la voz tampoco era muy importante.

Estuve con Jorge comentando los cambios y los detalles de la producción de las demos que ya teníamos hechas, ajustando tonos y estructuras, y después grabamos la prueba para la balada triste, que al final tendrá un curioso título. Va a quedar una canción muy dramática, muy triste y muy emocional. Estoy deseando grabarla. Bueno, estoy deseando grabarlas todas, porque van a ser grandes canciones. Aparte de las dos que tenemos ya grabadas, con esta balada triste tenemos cuatro demos, con lo que ya contamos con seis canciones para el disco, a las que habrá que sumar al menos dos más que tengo que poner la letra y que seguramente haremos las demos la semana que viene. Quiero grabar entre diez y doce canciones para elegir entre ocho y diez que tengan el disco.

Al salir del estudio, donde mi voz no dio mucho de sí aunque fue suficiente para tener hecha la guía para esta balada triste, me fui al registro de la propiedad intelectual, ya que tenía que registrar dos manuscritos: mi historia sobre la traqueotomía (que a falta de una revisión, ya tengo acabado el borrador) y mi novela sobre el bullying LGTB en los institutos. Este fin de semana tengo que acabar las revisiones para empezar ya a enviar los dos manuscritos.

Hablando de manuscritos, después de que una editorial me escribiera con unos comentarios bastante desastrosos sobre la anterior novela que había escrito, esa basada en la noche madrileña de la época de En Plan Travesti con toques de la serie Pose, le pedí al wiccano que por favor la leyera, porque me había preocupado. ¿De verdad había hecho un mal trabajo?

El resultado es que se ha enganchado y en dos días casi la ha acabado y me ha dicho que le gusta mucho y que se debería publicar. Eso viniendo de él significa que el material es verdaderamente bueno, lo que me deja más tranquilo y animado a seguir moviéndola, algo que ya he hecho haciendo una nueva tanda de envíos a editoriales. Que la suerte me acompañe… aunque visto el panorama…

Una cosa que hice de camino al registro, un impulso, fue algo que llevaba tiempo queriendo hacer. Después de que me operasen el tabique nasal hace ya tres años y perdiera mi piercing del septum, quería recuperarlo, pero siempre esperaba porque la nariz se me había quedado un poco sensible y me daba miedo, pero ayer pensé que quizá ya había llegado el día y me puse a mirar los pendientes con cruces que había el escaparate de Montera Tattoo. No habría pasado nada si la dependienta no hubiera salido a preguntarme si estaba buscando algo. Le contesté que en realidad lo que quería era hacerme de nuevo el piercing como el que ella llevaba en la nariz y le expliqué mi problema. Me dijo que sin compromiso podía entrar para que me mirase el anillador y él me dijera si podía o no. Entré y me dijo que sí podía, así que ya tengo mi septum con su piercing. Sé que tengo que vigilarlo bien y a la mínima quitármelo, pero salí de allí muy contento.

Todo eso en una mañana. El resto del día lo pasé descansando y satisfecho con todo lo que me están dando de sí estas vacaciones… y lo que me queda…

Author: Javier Herce