Escribir el libro sobre mi experiencia con la traqueotomía está siendo un viaje, una vivencia en la que voy reviviendo aquello que viví hace dos meses. Está todo muy reciente y, a la vez, parece que hayan pasado siglos. Lo que sí estoy comprobando es que me acuerdo muy bien de todo, cómo si hubiera ocurrido ayer y, ayudándome con el cuaderno de apuntes que rellené estando en el hospital, voy poniendo en orden todos mis recuerdos.
Yo pensaba que iba a salir algo corto, pero me da la sensación de que quedará una historia bastante más extensa de lo que me imaginaba, ya que tengo mucho que contar, todo lo que pasó, cómo lo viví, lo que sentí aquellas dos semanas en el hospital respirando por el cuello y lo que está suponiendo la recuperación.
Sí, está siendo un viaje. Un viaje necesario para mí.